sábado, 8 de diciembre de 2012

Feliz Navidad amigos camaradas

...Amigos Camaradas, tengo amigos camaradas que no saben cuanto son mis amigos. No perciben el amor que les profeso y la absoluta necesidad que tengo de ellos. He llegado a la convicción de que la amistad es un puente atirantado de tristezas, alegrías, anhelos, esperanzas, éticas, poesías, luz y miel…, infinitos sentimientos universales más nobles que el amor, permite que el objeto de ella se divida en otros afectos, en cuanto el amor tiene intrínseco los celos, que no admite la rivalidad. Y yo podría soportar, sin embargo no sin dolor, que hubiesen muerto todos mis amores, mas enloquecería si muriesen todos mis amigos! Hasta aquellos que no perciben cuanto son mis amigos y cuanto mi vida depende de sus existencias... A algunos de ellos no los frecuento, me basta saber que ellos existen. Esta mera condición me llena de coraje para seguir enfrente de la vida. Más, porque no los frecuento con la exigencia del hecho, no les puedo decir cuanto gusto de ellos. Ellos no lo creerían. Muchos de ellos están leyendo esta alegoría y no saben que están incluidos en la férrea y sagrada relación de mis amigos camaradas. Más es telúrico que yo sepa y sienta que los amo, aunque no se los diga y no los frecuente. Y a veces, cuando los frecuento, noto que ellos no tienen noción de como me son necesarios, de como son indispensables a mi equilibrio vital, porque ellos hacen parte del mundo que yo, trémulamente voy construyendo y se tornan en fundadores de mi encanto por la vida. Si uno de ellos muriera, yo quedaría torcido para un lado como el arbusto árido de la sabana esquivando los golpes mortales de la realidad... Si todos ellos murieran, ¡yo me desmoronaría! Es por eso que, sin que ellos sepan, yo pido al universo por sus vidas. Y me avergüenzo, porque esa súplica está, en síntesis, dirigida a mi bienestar. Ella es, tal vez, fruto de mi egoísmo. A veces, me sumerjo en pensamientos, vivencias, melodías, combates, utopías, sobre alguno de ellos cuando escribo, cuando viajo, cuando libo algunas copas arrancándole alegrías a la tristeza y estoy delante de lugares maravillosos, me cae alguna lágrima porque no están junto a mí, compartiendo aquella magia placer... Si alguna cosa me consume y me envejece, es que la rueda furiosa de la vida no me permite tener siempre a mi lado, habitando conmigo, andando conmigo, hablando conmigo, vivenciando conmigo, a todos mis amigos camaradas; y, principalmente, los que solo desconfían o tal vez nunca van a saber que son mis amigos! La gente no hace amigos, los reconoce…. Feliz Navidad amigos camaradas !!! Honor y gloria a los mártires héroes de Cantaura. Al viejo Ruperto, Redondillo, Jhonie Palencia, Oswaldo Arenas. Caicara del Orinoco 8 de diciembre 2012.

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