martes, 26 de febrero de 2013

Comunicado de COFAVIC: A 24 años del Caracazo la impunidad sigue presente


A 24 años del Caracazo familiares de víctimas agrupados en el Comité de familiares de víctimas de los sucesos de febrero y marzo de 1989 (COFAVIC) mantienen intacta su frustración porque no hay una sola condena judicial por estos hechos y aún los restos de las víctimas desaparecidas no han sido plenamente identificados y entregados a sus deudos.

Cada aniversario, instituciones del Estado bajo el lema de una “celebración” anuncian acciones legales o inauguran exposiciones y monumentos inconsultos con las víctimas, debemos decir que  esto se ha hecho sin un seguimiento serio y riguroso para dar con los responsables reales de esta masacre y establecer la verdad de lo ocurrido hace más de dos décadas.

Luego de 24 años del Caracazo, el Estado venezolano, en los últimos 9 años, durante cada aniversario intenta generar una matriz de opinión en la que predomina la idea de que se está haciendo justicia en estos hechos, invisibilizando una vez más lo que viven las víctimas y la impunidad que ha prevalecido. Lo que no se hace durante todo el año, durante el aniversario se promueve con altavoces para confundir a la opinión pública.
 
Los hechos irrefutablemente demuestran que luego de 24 años no se sabe quiénes dispararon en Catia, El Valle, Petare o la Vega en contra de humildes viviendas, ni quién dio la orden de enterrar los cadáveres en fosas clandestinas y quiénes ejecutaron esa orden. Esas preguntas pareciera que no están en la línea de investigación de las autoridades.


Ninguna democracia de las Américas ha tardado 24 años en dar a conocer a los autores intelectuales y materiales de una masacre de las dimensiones del Caracazo y mucho menos han sido tan ineficientes para identificar los restos de los desaparecidos. Esa deuda de la justicia venezolana sigue pendiente por falta de voluntad política, para buscar una respuesta despolitizada que toque todos los intereses que sean necesarios y de satisfacción a la verdad.
 
Dos casos de víctimas del Caracazo que habían llegado a la etapa de juicio oral y público: el asesinato de Luis Manuel Colmenares y el de Crisanto Mederos  han tenido decisiones contrarias a los estándares establecidos tanto en la Constitución, como en instrumentos internacionales, causando retrasos importantes en los procesos, a pesar de las acciones que han intentado revertirlas. En el caso Colmenares el tribunal que conoció la causa ordenó llevar el caso nuevamente a la etapa de investigación, debido presuntamente a un error del Ministerio Público, el cual causó indefensión en contra de los acusados, de acuerdo con la sentencia del Tribunal 21° de Juicio, publicada el 28 de junio de 2010.  Dicha sentencia fue apelada por la defensa de los acusados y finalmente el 16 de agosto de 2012, la Sala 8 de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas resolvió declarar parcialmente con lugar la apelación y ordenó la realización de un nuevo juicio oral y público. 

domingo, 24 de febrero de 2013

La salud pública en Venezuela: derecho o tragedia


Por: Esperanza Hermida

“Generalmente la violencia casi se reduce en los registros cotidianos a los episodios sangrientos, explosivos, letales. Como si la vida sólo se alterara con su liquidación y no con la inmensa variedad de formas para entorpecerla, entristecerla, hacerla menos feliz, placentera y productiva… Cada vez que se viola nuestro derecho a vivir con bienestar… a vivir con salud, esa violación se transforma en una forma de violencia.”

Saúl Franco Agudelo, médico colombiano, luchador por la vida

La equidad y la inclusión son valores relacionados con la justicia, con la capacidad de responder a las necesidades sociales por el hecho de que las padecen seres humanos.

Pacientes en deplorable estado de salud y que además hacen huelga de hambre en hospitales y toman las calles desde sus sillas de ruedas y camas, para exigir la atención del Estado. Pacientes que hacen días de colas para obtener citas por consulta médica, que se verifican 4, 5 y hasta 6 meses después. Familiares que permanecen de pie o en muebles destartalados, sin acceso a baños y al suministro gratuito de agua, durante horas, días y –en algunos casos- hasta meses, a la espera de noticias sobre la vida o la salud de la persona que tienen internada en terapia intensiva o en algún servicio de cirugía, de un recinto hospitalario. Personal médico, de enfermería, laboratorio, radiología, vigilantes, personal de limpieza y mantenimiento, personal técnico y administrativo, que luchan desde hace décadas mediante movilizaciones, paralización de actividades y huelgas hasta de sangre, por falta de equipos, medicamentos e insumos, porque no hay seguridad, ni salarios dignos. Esas son algunas de las calamidades que reportan las noticias sobre la situación del servicio de salud pública en el país.


Quien sufre un accidente o padece una enfermedad, amerite o no cirugía, soporta una enorme desgracia que bordea los límites de la tragedia. Pero no sólo por el dolor físico que representa su afección particular, sino por el maltrato como ser humano del que puede llegar a ser víctima, producto de las precarias condiciones del servicio de salud en Venezuela. 

Hasta la delincuencia ingresa a los centros de salud “pistola en mano” y atenta contra la vida de pacientes, familiares y personal hospitalario, bien sea para acceder a la atención médica o para saldar cuentas pendientes con alguna persona hospitalizada. Como sucede en las cárceles, la proliferación de hurtos, robos, violaciones, asesinatos, desaparición de personas, basura, moscas, desidia y miseria, caracterizan a muchos centros hospitalarios como sitios donde campea el horror.


miércoles, 20 de febrero de 2013

Venezuela: violencia sindical e impunidad en 2012. Balance del Observatorio Venezolano de Conflictividad Social y ConflictoVe


El Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS) y Conflictove.org.ve  presentan un balance de la violencia en el entorno laboral-sindical durante 2012.
En este período se registraron 77 asesinatos de trabajadores o sindicalistas, principalmente en el sector de la construcción.
El incremento de la violencia sindical se enmarca en un contexto de suma conflictividad laboral, destacando que el 41% de las protestas reportadas en 2012 fueron por exigencias laborales.
 Fuente: Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS)

  • 87% de los asesinados pertenecían al sector construcción
  • Estado más violento:  Anzoátegui
  • Enero fue el mes con mayor número de asesinatos: 13
Trabajadores y sindicalistas asesinados por mes durante 2012
Fuente: Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS)
Trabajadores y sindicalistas asesinados por estado en 2012
Fuente: Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS)
  • Esta cifra contrasta con los 28 sindicalistas asesinados durante todo 2011, según el informe de la Vicaria de Caracas: Situación de los defensores y defensoras de derechos humanos en Venezuela (2011).
  • La impunidad  es una característica clave de la situación de la violencia laboral sindical venezolana.
  • No observamos avances en las investigaciones de los crímenes ocurridos en este período.
  • El paralelismo sindical y la venta de cupos de empleo, unas de las principales causas, según consta en informes recientes realizados por la Vicaria de Caracas y el Frente Autónomo en Defensa del Empleo, el Salario y el Sindicato (Fadess), entre otros.
  • No se observan reportes oficiales sobre la violencia en el contexto laboral sindical durante este período.
  • Se destaca la presencia de civiles armados en espacios laborales. Principalmente en el sector construcción.
El contexto político actual y la puesta en marcha de la LOTTT no parecen incidir en forma determinante en la situación de violencia que observamos, pero sí hemos recibido reportes que dan cuenta de la irrupción de asuntos extralaborales en los espacios de trabajo y en algunos sindicatos que, junto a la permisividad de las autoridades, la impunidad y la presencia de civiles armados que mencionamos antes,  han contribuido a aumentar las tensiones y la violencia.
Reiteramos lo expuesto por el OVCS en el informe sobre conflictividad social en Venezuela durante el primer semestre 2012, en relación a  la posición de la  Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en su informe sobre la situación de defensores y defensoras de derechos humanos en las Américas, donde se ubicó a los sindicalistas dentro del grupo de defensores que amerita especial atención debido a la situación de riesgo de violaciones a sus derechos humanos. Citamos: “los Estados, además de reconocer la autonomía e independencia de los sindicatos, permitiendo el ejercicio libre de la libertad sindical, deben garantizar que ninguna persona sea privada de su vida ni agredida en su integridad personal como consecuencia del ejercicio de su actividad sindical” (OEA, 2012)
Esta investigación emplea como insumo principal el seguimiento de situación a través de medios de información de alcance nacional y regional. También fuentes de organismos oficiales y organizaciones no gubernamentales (ong). Se destaca la observación directa no participante sobre algunos fenómenos estudiados. Para acceder al monitoreo diario de protestas se sugiere consultar www.conflictove.org.ve y en Twitter @ConflictoVe
Te invitamos a nuestro sitio de Internet 
Síguenos en Twitter: @OVCSOCIAL @conflictove 

viernes, 8 de febrero de 2013

Testimonio de la Masacre de Uribana


Marico, nos disparaban como si estuvieran jugando fusilao”.

Es increíble ver cómo todas las supuestas confrontaciones que dicen tener los grupos de poder político y económico en Venezuela no son más que máscaras para continuar oprimiendo al pueblo. El día 25.01.2013 le tocó el turno a esa parte del pueblo privada de libertad en el Centro Penitenciario de Centro Occidente (Uribana); víctimas ya de un modelo de sociedad individualista, egoísta y depredador.


En esta oportunidad, estos hermanos fueron literalmente depredados, el depredador: EL ESTADO GOBIERNO y sus cómplices: medios de comunicación, partidos políticos opositores, oficialistas y pro-oficialistas, artífices todos de una estrategia de adormecimiento y desclasamiento del pueblo humilde.

Es un hecho conocido que desde hace ya varios meses se venía preparando LA CRÓNICA DE ESTA MASACRE ANUNCIADA, con el falaz argumento institucional enarbolado por el Estado, de la necesidad de intervenir los penales “para evitar más hechos de violencia en los recintos penitenciarios”, en especial el de Uribana. Pues bien, el viernes 25.01.2013 ejecutaron el plan valiéndose de unos acuerdos discutidos en mesas de diálogo realizadas con los voceros de los privados de libertad, entes defensores de los derechos humanos y los infames representantes de las autoridades del penal, defensoría del pueblo y demás personeros de la ministra Iris Varela.

El día anterior a la anunciada requisa, Nelson Bracca, director del penal, aseguraba que esta sería “pacifica”, dejando en los familiares y los privados de libertad la esperanza de que no ocurrirían hechos que lamentar. EL PUEBLO SIEMPRE RESPETA TODOS LOS ACUERDOS, pero la verdad vedada es que todo estaba preparado para una celada en la que por la buena fe caímos todos. En horas de la madrugada la población penal se trasladaba al área correspondiente al campo de fútbol ya que la supuesta “requisa pacifica” sería después del amanecer, pero lo que en realidad ocurrió fue que los ASESINOS EFECTIVOS MILITARES, en complicidad con las autoridades del penal, entraron desenfrenadamente con todo el odio contenido contra el pueblo;  cuando entraron vieron que ya había un grupo de personas en el campo de futbol, otros se disponían a hacerlo pensando que respetarían el acuerdo “pacifico”, el terror mayor fue para los que llegaron primero, quienes fueron literalmente “CAZADOS”.

martes, 5 de febrero de 2013

De Catia a Uribana, similitudes de dos masacres


Rafael Uzcátegui

Como ya es parte de nuestra historia contemporánea, durante el intento de Golpe de Estado ocurrido el 27 de noviembre de 1992, un total de 63 internos del Retén de Catia fueron asesinados por efectivos de la Guardia Nacional y la Policía Metropolitana. Según información recopilada por COFAVIC “Los guardias abrieron las puertas del recinto carcelario y anunciaron que la población penal estaba en libertad. La confusión se adueñó del recinto penitenciario. La mayoría de los internos afirmó que se recluyó en sus celdas, para resguardar su vida. Los órganos de seguridad dispararon indiscriminadamente en contra de la población reclusa utilizando armas de fuego y gases lacrimógenos. La mayoría de las muertes se produjeron en el patio de la prisión y en las orillas del río Guaire por donde fueron arrastrados los cuerpos sin vida de muchos internos”.
Si bien aquello conmocionó a la opinión pública, y derivó en el cierre definitivo del recinto penitenciario, dentro del país la omisión de los órganos de administración de justicia mantuvo la impunidad en los hechos. El caso tuvo que ser llevado ante el Sistema Interamericano de protección a los Derechos Humanos para intentar alcanzar justicia. Fue así como el 5 de julio de 2006 la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dictaba una sentencia que otorgaba al Estado la responsabilidad de los sucesos del Retén de Catia, establecía las reparaciones pecuniarias, y señalaba la obligación del Estado venezolano de investigar los hechos y mejorar la situación general de las cárceles en el país. Hasta el día de hoy, esta sentencia se ha incumplido.
Sin embargo, los medios oficiales venían informando sobre los “avances” en la investigación del caso. Tres hechos resaltan de las notas periodísticas del periodismo bolivariano, como por ejemplo la publicada por YVKE Mundial en http://www.radiomundial.com.ve/node/151521. Una es que para la Fiscalía y diputados del PSUV, las responsabilidades no sólo se limitarían a los funcionarios que abrieron fuego, sino que incluyen al ex presidente Carlos Andrés Pérez, al entonces gobernador del Distrito Federal Antonio Ledezma, al director del penal Eloy Mora y al comandante de la Policía Metropolitana, general José Barrios. El segundo elemento, que llama la atención, es que la historiografía bolivariana ha borrado la participación de la Guardia Nacional en los hechos. Por último, el detalle que los diputados oficialistas reivindican la sentencia de la CIDH y exigen su cumplimiento.
Lo que es igual no es trampa. Si uno se guía por la lógica judicial que inspira las acciones contra la Masacre en el Retén de Catia, similares decisiones deberían tomarse en la reciente Masacre de Uribana, en donde según la versión oficial hay 56 muertos, pero recientemente el Observatorio Venezolano de Prisiones ha contabilizado su número en 63, precisamente la misma cantidad que el crimen de hace 21 años atrás. Una segunda coincidencia, para decirlo elegantemente, es que en ambas masacres participó la Guardia Nacional, hoy Bolivariana. Si es cierto que existe voluntad política de aclarar y castigar los hechos por parte del actual Ejecutivo Nacional, como lo han hecho para el Retén de Catia, las responsabilidades abarcarían al presidente Hugo Chávez (o en su defecto a Nicolás Maduro), la ministra de Asuntos Penitenciarios Iris Varela, el director de la cárcel Nelson Bracca y la línea de mando de la Guardia Nacional Bolivariana.
En su reciente informe “15 años de DDHH en Venezuela: Inclusión en lo social, exclusión en lopolítico”, Provea realizó un balance de las políticas dirigidas al sector penitenciario. De 1997 al año 2011 fueron asesinadas en las cárceles venezolanas un total de 5.862 personas privadas de libertad. En ese mismo lapso resultaron heridos 17.725 reos. Las cifras son más que elocuentes del fracaso de las políticas públicas en materia penitenciaria. Es cierto que la violencia dentro de las cárceles no fue generada por la administración bolivariana, pero también es verdad que la misma se ha mantenido y agudizado exponencialmente durante su gestión. La ineficacia de la llamada “humanización penitenciaria” debería motivar la renuncia de la ministra Varela, quien no cuenta con las herramientas necesarias para revertir las problemáticas a las que se enfrenta.
El presidente Chávez tiene la potestad de colocar a otro funcionario o funcionaria de su confianza en el cargo, con la disposición y los conocimientos necesarios para abordar la dura y compleja situación de las cárceles venezolanas. Es muy mala señal que la violación del derecho a la vida de 56 personas, para tomar el mínimo reconocido por las cifras oficiales, no genere ningún tipo de sanción sino el espaldarazo de todo el tren ministerial gubernamental. Parecería que la única causa de despido en tiempos bolivarianos es la infidelidad política. Uno quisiera pedir “Catia o Uribana nunca más”, pero manteniendo a Iris Varela en el cargo, es imposible conjugar esta frase.

sábado, 2 de febrero de 2013

Comunicado del COVICIL ante la masacre ocurrida en el Centro Penitenciario de Uribana el pasado viernes 25/01/2013


Comité de Víctimas contra la Impunidad del Estado Lara (Covicil)



Una vez más alzamos nuestra indignada voz de protesta para condenar contundentemente la acción genocida perpetrada por las autoridades del Ministerio del Poder Popular para el Servicio Penitenciario, funcionarios del GRIP y de la Guardia Nacional Bolivariana, en la cárcel de Uribana que arrojó un saldo trágico indeterminado de venezolanos asesinados y heridos.

Cabe recordar que la anunciada requisa a la cárcel de Uribana se hizo inminente el pasado mes de noviembre, cuando la titular del Ministerio de Servicios Penitenciarios, abogada Iris Varela, informara sobre el suceso en el cual un trabajador de la construcción adyacente al penal resultó herido por arma de fuego. A consecuencia de este hecho las visitas fueron inmediatamente suspendidas y se retrasaron las audiencias de juicio, así mismo se les impidió a los familiares suministrar alimentos preparados a los presos, y desde entonces se instaló entre la población penal un estado de zozobra permanente en espera de la requisa. Durante estos meses persistieron las conversaciones a fin de garantizar que ésta -como hecho rutinario- se realizara de manera pacífica; al punto, que un día antes el propio director de Uribana, Nelson Bracca reportó a los medios de comunicación que existía normalidad en el penal, garantizando que tal procedimiento se llevaría a cabo de manera “totalmente pacífica”. No obstante la presencia de unidades militares y la restricción del acceso hacia las inmediaciones de Uribana, alertaban ya de las previsiones que el Estado adelantaba para el escenario de violencia que se desataría al día siguiente.


Esto fue información pública - dentro y fuera del penal- pues para nadie es un secreto que los internos  se comunican permanente a través de teléfonos celulares, tanto más cuando se trataba de un asunto que mantenía en vilo a todas las personas vinculadas de una u otra forma a la dinámica carcelaria. Por lo que las desfachatadas acusaciones de la ministra contra los medios de comunicación redundan en la mentira y manipulación, al igual que la negativa a ofrecer cifras creíbles de las víctimas supuestamente en “resguardo a su dignidad”.

Si bien es cierto que la historia de Uribana puede resumirse en secuestros, coliseos, huelgas de hambre, desacato judicial entre otros hechos violentos e irregulares, no es menos cierto que el hacinamiento, retardo procesal y violación del debido proceso, carencia y/o deficiencia de servicios públicos elementales, indispensables para garantizar un mínimo de la dignidad humana que tanto “defiende” la ministra, fueron el día a día de quienes allí subsistían acompañados de la muerte como sombra permanente.

Resulta ignominioso que hoy ninguno de los jueces y fiscales se den por aludidos ante lo que sin duda es la crónica de una masacre anunciada, cuando todos sus actos apuntalaron el sangriento desenlace. Una muestra de ello fue el desparpajo del cuestionado ex Juez  Abog. Edwin Andueza al otorgar beneficio procesal al entonces líder de los coliseos conocido como “Alexito”. De la misma manera, en diferentes instancias han sido ignoradas las denuncias de las víctimas contra jueces complacientes, ineficientes y corruptos que catapultaron al estado Lara como territorio de impunidad.

A la línea



A ti, contorno de la gracia humana,
recta, curva, bailable geometría,
delirante en la luz, caligrafía
que diluye la niebla más liviana.

A ti, sumisa cuanto más tirana
misteriosa de flor y astronomía
imprescindible al sueño y la poesía
urgente al curso que tu ley dimana.

A ti, bella expresión de lo distinto
complejidad, araña, laberinto
donde se mueve presa la figura.

El infinito azul es tu palacio.
Te canta el punto ardiendo en el espacio.
A ti, andamio y sostén de la pintura.

viernes, 1 de febrero de 2013

Informe 2012 del Observatorio Venezolano de Prisiones sobre la situación penitenciaria en Venezuela

Amnistía Internacional urge una investigación seria de los graves hechos de la cárcel de Uribana


Por: Amnistía Internacional

Las autoridades venezolanas deben realizar una investigación independiente, objetiva e imparcial para esclarecer lo ocurrido en el Centro Penitenciario Región Centro-Occidental ubicado en Uribana, estado de Lara el 25 de enero del 2013. 

Según el Ministerio del Poder Popular para el Servicio Penitenciario, sus autoridades y la Guardia NacionalBoliviariana llevaron a cabo, el viernes pasado, una requisa en la cárcel de Uribana en un intento de desarmar a la población carcelaria. La operación resultó en por lo menos 58 muertos y 90 heridos, muchos de ellos con heridas de bala.

Es inaceptable que una requisa, que debería ser un operativo de rutina, lleve a tanta violencia.  Esto claramente demuestra - una vez más - la crisis del sistema penitenciario en Venezuela, que ha llegado a niveles sumamente alarmantes.


Amnistía Internacional ha alertado en varias ocasiones a las autoridades venezolanas sobre la urgencia de atender la grave situación en la que se encuentran las cárceles. Lamentablemente, hasta que no se tomen medidas de fondo que atiendan a todos los problemas asociados al sistema penitenciario, estos sucesos seguirán repitiéndose.

En julio de 2011, el gobierno instituyó el Ministerio de Servicios Penitenciarios para buscar una solución al problema del sistema carcelario, que va desde el hacinamiento crónico y la falta de acceso a atención médica adecuada, hasta las demoras extremas en la administración de justicia y la inexistencia de un sistema independiente de inspección de centros penitenciarios.

A pesar de la creación de este órgano, hubo por lo menos 450 muertos y 860 heridos en las cárceles venezolanas en 2012. Los recientes hechos ocurridos en la cárcel de Uribana - donde 2135 presos vivían en un espacio diseñado para 850 internos, según fuentes locales - ejemplifica el nivel de la crisis en el sistema penitenciario del país. 

El vicepresidente Nicolás Maduro anunció que la Fiscal General abriría una investigación sobre los hechos. Las autoridades venezolanas deben investigar los hechos ocurridos, identificar a los responsables y establecer si las fuerzas de seguridad han utilizado la fuerza de manera desproporcionada. 

Amnistía Internacional vuelve a instar a las autoridades venezolanas a tomar acciones urgentes para enfrentar esta situación que sigue deteriorándose.   Es imprescindible que se pongan en práctica medidas para resolver con celeridad procesos judiciales de reclusos y garantizar que todos los centros de reclusión del país cumplan con estándares básicos en términos de infraestructura, personal y recursos necesarios para lograr el funcionamiento adecuado de un sistema penitenciario.

También es necesario que se tomen acciones concretas para prevenir y sancionar la violencia entre reclusos y las violaciones de derechos humanos por las autoridades penitenciarias. Dicho plan debe incluir medidas para poner fin a la posesión de armas de fuego y explosivos por parte de los reclusos. Se debe además asegurar que se investigue y sancione a los responsables del ingreso de estas armas a las cárceles.  

Serie de Reportajes Interpretativos sobre casos del Comité de Víctimas Contra la Impunidad del Estado Lara (COVICIL)

Por Jesús Yajure


El presente trabajo es una serie de reportajes sobre casos del Comité de Víctimas Contra la Impunidad del estado Lara (COVICIL), un colectivo de base que surgió en 2004 en la entidad crepuscular en respuesta la andanada de crímenes y abusos policiales bajo el mandato del ex gobernador Luis Reyes Reyes (2000-2008) y del comandante Jesús Armando Rodríguez Figuera al frente de las FAP Lara. He aquí la introducción al mismo. Para continuar leyendo, cliquear en el link al final del mismo.
     
Prólogo
Se me ha preguntado en varias ocasiones el porqué decidí escribir sobre estos temas. Con el pasar de los días hasta yo me he cuestionado, interrogándome acerca de las razones por las cuales tomé la decisión de vincularme a estas historias y, de forma particularmente especial, a estas personas.  Qué me llevó hasta ellos, de dónde surgió el interés, las ganas, de dónde provino esa voluntad de aproximarme a un tema que para muchos es “serio” y para otros oscuro, profundo, complejo y hasta peligroso.
Al tiempo que me hago estas preguntas, sin encontrar respuesta aparente, otras vienen a mi mente. Oigo esas voces que me cuentan y relatan historias que a muchos les cuesta creer, y que otros tantos deciden simplemente ni intentarlo. Voces que de momento se quiebran y parece que se ahogan. Me pregunto: por qué a estas personas les tocó vivir esto, por qué tanta tragedia, por qué no hallan respuesta alguna, por qué tanta indiferencia.
Pienso –sobre todo- en esos nombres, los protagonistas de esas historias: José Luis, Argenis, Legnys, Juan Carlos, María de los Ángeles, Esteban Javier, Katherine, José Félix, Elpídio, Javier, Rafael, Ricardo, Luis, y tantos otros y otros y otros.
Pienso en ellos y reflexiono: siento que no son sólo nombres. Que esos nombres tenían rostros, que eran personas, que tenían vidas. Me pregunto si sería correcto que yo escribiera sobre ellos, sobre sus vidas. Para algunos quizá sería mejor si no lo hiciera,  si dejara de remover viejas heridas; heridas viejas, pero aún abiertas, y les ahorrara a todos la incomodidad, el desconsuelo y la melancolía.
De esta forma todos podrán seguir disfrutando de sus vidas, felices, al menos en apariencia, pensando que todo está bien, que están seguros, protegidos y que esas historias que yo y otros pocos hemos oído son sólo eso, historias.
Quizás. Quizás ni yo mismo encuentre respuestas. Pero de algo estoy seguro: y es de que tengo la certeza que cuando despertemos será muy tarde ya. Las vidas de cientos y cientos de personas, como esas, como tú, como yo y como las del resto, habrán terminado. Personas que -seguramente- quisieron vivir plenamente, reír, disfrutar, crecer, estudiar, trabajar, amar, tener familia, hijos, verles crecer, construir.
Algo me dice que no podremos hacerlo, digo, vivir tranquilamente hasta que no atendamos a esas voces, hasta tanto no les procuremos respeto, consideración, solidaridad, sensibilidad.


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